domingo, 24 de diciembre de 2017

Para el jodido poeta


A veces te leo. Y observo tus estructuras. Examino los cimientos, doy un par de vueltas alrededor de tu poesía y dictamino la firmeza de tus muros.

Jodido poeta, que te follen.

No soporto tu falsa modestia. Ni ese tono dulzón que oprimes en algunos textos, que parece que no tenías ni idea de qué poner y los robaste de una versión infantil de Romeo y Julieta. Odio los ideales que vendes. Odio cómo te haces el víctima. Odio cómo victimizas a los demás.

Odio que todo sea para ti tan tremendo, como si el hecho de que te caiga una gota significara que está lloviendo.

Odio cuando me doy cuenta de que ese texto, no lo has escrito para ti, sino para un público fácil. Cuando sólo has dicho lo que quieren oír, aunque sea mentira, buscando la lagrimilla emocionada de aquellos incapaces de distinguir entre la poesía y la mentira.

Odio que seas tan falso. Pero odiaría más que estuvieras siendo sincero, porque eso significaría que eres tan idiota, que es un puto milagro que sigas respirando sin ayuda. Odio tus textos porque son sucios; como un cuadro dejado a medias. Odio que mientas. Odio que intentes hacernos creer que todo puede ser perfecto, que la poesía es algo hilado con madeja de oro, presuntuoso y exuberante.

Odio que hables de amor, porque es obvio que no lo entiendes.

Odio cagar caramelo cada vez que te leo. Por eso voy a dejar de hacerlo.

Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

azul como el mar

Beber con Disney. Crecer huyendo del lobo de tu cuarto por el palacio con suelos de mármol binario, uno negro uno blanco, uno entero uno en ...