domingo, 24 de diciembre de 2017

Las tetas de Eva Green



No he podido quitármelas de la cabeza desde que ella me dijo lo mucho que le gustaban. Solíamos habar de cine, y de películas que a veces nada tiene que ver con el cine, pero que nos gustaban. Discutíamos sobre los actores, los mejores diálogos o incluso recreábamos conversaciones (o lo que éramos capaces de recordar de las mismas) tumbados en su cama.

Una de sus favoritas era algo así como Los Soñadores, o los algo…Antigua. Una de las primeras apariciones de Eva Green en pantalla, junto a otro par de adolescentes que después no serían capaces de llegar a la primera línea del cine, como hizo ella. La verdad es que no creo ni que los haya visto en otras producciones. Bueno, qué más da. Al lado de ella palidecen como banales actores secundarios. Eva es un ser de otro mundo. De una belleza sobrenatural, es capaz de dirigir todo su encanto con la mirada, dando forma a las escenas más intensas jamás grabadas enfocando un par de ojos. Y tiene unas buenas tetas.

Ella me habló de una escena en concreto de la película, que por cierto va sobre una especie de trío amoroso bastante turbio que mezcla elementos de incesto (o casi) y Dominación camuflados todos bajo un juego inocente de ‘’juventud alocada que busca definirse y experimentar’’ y todo eso. La escena en concreto es algo así como Eva en primer plano, vestida únicamente con una sábana negra enrollada en la cintura que la tapaba de ahí para abajo y unos guantes largos hasta casi el inicio del brazo. Terriblemente sexy. En la escena además hay un chico y una cama. Pero como ya he dicho antes ambos elementos sobran en el enfoque.

La escena está grabada toda ella con muy poca luz. En una habitación en penumbra, casi a oscuras, de manera que la única fuente de iluminación (proveniente de una ventana entreabierta) impacta directamente contra el torso de Eva, dándole a su piel un resplandor casi antinatural. ‘’Ese, ese es el momento’’ Me decía ella. Justo entonces parece que Eva no es real, sus brazos y piernas han desaparecido bajo el negro absoluto de la sábana, cuyos bordes no se distinguen en la oscuridad de la habitación. ‘’Parece un busto romano, de esos tallados en mármol… una obra de arte…’’.

Sé que no se refería a sus tetas únicamente. Que con ese gesto de llevar los ojos al cielo y sonreír hablando de los perfectos senos de Eva en realidad se estaba refiriendo a todo el conjunto. Es una escena perfecta. Es hermosa. La imagen dada a luz en la mente de un artista, que ha conseguido traer la belleza clásica a nuestros días, sólo para recordarnos que algo tan exquisito hace siglos que quedó fuera de nuestro alcance. Una escena que me hace preguntarme cómo puede el  ser humano ser capaz de hacer cosas tan hermosas, como es posible que este ser tan débil y tan maltrecho se capaz de hacer algo tan perfecto. También pensaba eso cuando la miraba a ella. A veces. No podía evitar preguntarme si ella misma era consciente de cómo parecía brillar, de cómo sus ojos no eran sino estrellas; a veces.

A mi entender ella no tenía nada que envidiarle a Eva Green. Supongo que la quise. A veces.

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